ELEFANTE

Una Serpiente, Un abanico, una

Pared

silhouette of elephant walking on brown field during sunset
silhouette of elephant walking on brown field during sunset

Ver más allá de nuestra perspectiva limitada implica reconocer que cada individuo tiene su propia verdad, formada por sus experiencias, creencias y circunstancias únicas. Esta comprensión nos lleva a aceptar que nuestra percepción del mundo no es la única ni necesariamente la correcta. Al adoptar una actitud de apertura y curiosidad hacia las perspectivas de los demás, podemos enriquecer nuestra propia comprensión del mundo. Esta práctica fomenta la empatía, ya que nos permite ponernos en los zapatos de otras personas y ver las situaciones desde sus puntos de vista, lo que a su vez reduce la tendencia a emitir juicios apresurados.

Al dejar de lado nuestros prejuicios y juicios, creamos un espacio para la convivencia armoniosa y el respeto mutuo. Esto no solo mejora nuestras relaciones interpersonales, sino que también nos brinda paz interior. Al aceptar que la realidad de otra persona es válida, aunque sea diferente a la nuestra, cultivamos una mentalidad más abierta y flexible. Este enfoque nos permite aprender de los demás y crecer como individuos. La verdadera sabiduría proviene de la capacidad de aceptar y apreciar la diversidad de experiencias humanas, lo cual nos guía hacia una vida más equilibrada y gratificante.

Ver más allá de nuestra perspectiva limitada da como resultado el NO JUICIO, ¿cómo puedo saberlo? Empecemos con una historia.

Un día, un grupo de hombres ciegos se cruzaron con un elefante. Los hombres tenían mucha curiosidad porque ninguno se había encontrado antes con este animal. Para aprender lo que era un elefante, cada uno de ellos extendió sus manos para tocarlo. El hombre que apoyó sus manos sobre la trompa dijo: "Un elefante es como una gruesa serpiente". El segundo hombre, que había colocado sus manos en una oreja, dijo: "No, es como un abanico". El último hombre, que colocó sus manos sobre el costado del animal, dijo: "Un elefante es como una pared". Como cada uno insistía en que su punto de vista era el correcto, terminaron en una discusión. Por supuesto, todos tenían razón de alguna manera, pero también se equivocaban. Todos nosotros caemos en esta misma experiencia: como seres humanos, tendemos a proyectar nuestro punto de vista parcial como si fuera una verdad absoluta, confiando en nuestra ínfima porción de experiencia. El resultado es que hacemos suposiciones del todo basándonos en una sola de sus partes.

A veces hacemos lo mismo con las personas. Las juzgamos exclusivamente por su edad, apariencia o profesión, pero nuestra perspectiva es limitada. Para descubrir algo que se acerque a una verdad total, tenemos que esforzarnos en considerar tantos puntos de vista como sea posible. Así que la próxima vez que notes que estás en desacuerdo con algo, considera la posibilidad de que ambas versiones tengan algo de verdad. Intenta abrirte a las ideas y perspectivas que están por fuera de tu experiencia directa, saliendo de la pincelada única para ver toda la pintura.

Es interesante saber que, al ver la verdad de otros solo como su verdad y no como nuestra verdad, dejamos de emitir juicios. No tener juicios de ningún tipo hace que nuestra vida sea más placentera. ¿Por qué juzgar a una persona que se relaciona con su familia de manera diferente a la nuestra? ¿Qué hay de malo en eso? La realidad de una persona no es nuestra realidad, y su verdad puede cambiar solo si decide abrirse a la sabiduría y experimentar su vida con aceptación.

Elefante

Toda la verdad, no juicio.

PAZ MENTALMENTE PODEROSA

Pablo Serna

5/13/20243 min leer

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